Las personas autistas prefieren seguir una estructura y horarios estables, ya que dan seguridad y estabilidad. Es por eso, que cuando se producen cambios, estos suelen generar ansiedad o malestar en la persona. Sin embargo, los cambios son inevitables así que cuando se dan, lo mejor es tener un plan para que sean lo menor molestos posibles. Os damos algunas ideas para que sean más llevaderos 😉
TIPS QUE PARA PREPARANOS PARA EL CAMBIO
Descubre más sobre el cambio
Lo ideal es que seas proactivo en reunir todos los detalles posibles sobre el cambio en concreto. Por ejemplo, puede ser que te digan que un profesor de tu hijo deja la escuela, pero probablemente no te han dado más información a parte de eso, como puede ser qué profesor le sustituirá u horarios nuevos. Intenta recabar información sobre cuándo estos cambios se van a dar y qué otros cambios supondrá eso.
Describe el cambio
Usa apoyos (visuales, musicales…)
Si tu hijo responde mejor con apoyos visuales, puedes apoyarte en ellos para explicarle que es lo que va a pasar. Por ejemplo, muéstrale fotos de un nuevo lugar (por ejemplo, la habitación de un hotel), una persona (el profesor nuevo) o una actividad nueva (nadar). Prepara un álbum de fotos, o una colección de imágenes en una tablet o móvil, así puede consultar las fotos cuando sea necesario.
Muestra todo el proceso no solo una imagen general. Por ejemplo, si vais de vacaciones, solo enseñándole las fotos del avión puede hacerle reticente a subirse al avión o ponerle nervioso, o puede ser que no vea la relevancia del avión. Muéstrale fotos del proceso entero, desde que salís de casa hasta que llegáis al destino. Invierte las imágenes para mostrar el proceso de retorno.
En el día concreto del cambio, o durante las vacaciones, un horario específico será de ayuda para explicar qué es lo próximo que va a ocurrir.
Involucra a la gente correcta
Si se trata de un cambio de escuela o del centro de asistencia o terapia, profesores y terapeutas deberían estar involucrados. El personal debe saber qué apoyos necesita la persona, qué cosas le provocan ansiedad y cómo comunicarse con él.
Estructura los momentos de transición
Los momentos de transición, de un cambio de actividad a otra, pueden ser complicados. Así, lo mejor es tener un horario muy específico en lo que pueda visualizar qué es lo que va a ocurrir durante el día, poniendo así un orden lógico en su mente. Conceptos abstractos como el tiempo son difíciles de entender, por lo que se les puede hacer difícil esperar. Probablemente notes que los momentos de transición entre actividades son los más complicados. Tiempo sin una estructura concreta, como es el momento del patio, que puede ser caótico y ruidoso, puede ser complicado de manejar.
Puedes:
- decirle a la persona con antelación cuál es el cambio y qué otros cambios esto va a suponer
- usar un horario estructurado así podrá ver qué es lo que va a pasar durante el día
- enseñarle cuanto rato tiene que esperar antes de la siguiente actividad usando un temporizador, un reloj de arena, o incluso una canción
- prepara una caja o mochila con objetos familiares que le den tranquilidad, que pueda tocar y oler cuando se encuentre en un sitio o momento nuevo
- utiliza algún tipo de marcador, símbolo o palabra para indicar en el horario cuando una actividad ha terminado
ESTÁTE ATENTO A LA ANSIEDAD
Trata de identificar signos de ansiedad y dale apoyos cuando veas que estos se dan. Dale la oportunidad de hacer preguntas sobre el cambio, puedes ofrecerle un cuaderno en el que dibuje o escriba sobre sus preocupaciones. Explícale las cosas buenas sobre el cambio, por ejemplo si os vais a mudar a una casa más grande u os vais de vacaciones. Crea historias sociales mostrándole lo que puede hacer en caso de sentirse ansioso.
Más información en Autistic National Society
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