Anteriormente hemos hablado sobre cómo las personas con autismo procesan la información de forma distinta, y cómo esto les afecta en su día a día. En los posts anteriores nos centramos en el sentido de la vista, oído, olfato, gusto y tacto, sistema vestibular y conciencia corporal. Como os contábamos, sus sentidos pueden ser mucho más sensibles de lo habitual, o por el contrario, ser poco sensibles y necesitar estímulos más fuertes.

Sensibilidades sensoriales

Hoy nos centraremos en la sinestesia.

Sinestesia

La sinestesia de trata de una condición insusual, que algunas personas con autismo pueden experimentar. Esta condición es 3 veces más común en personas autistas que en las personas neurotípicas. Las personas sinestésicas experimentan de forma automática e involuntaria la activación de una vía sensorial o cognitiva adicional en respuesta a estímulos concretos. Esto significa que una persona puede escuchar un sonido pero a la vez asociarle un color de forma automática. En otras palabras, pueden «escuchar» el color azul.

“Oigo colores, palpo sabores, los números refulgen…” Daniel Tamet

La sinestesia realmente no supone ningún problema mientras a la persona no le impida realizar sus actividades diarias y llevar una vida normal. De echo, muchas personas lo consideran un don. Sin embargo, hay terapias para reforzar los sentidos en el caso de que esta sinestesia llegue a ser molesta o a provocar confusión.

Recomendaciones

• Músicos terapeutas pueden utilizar sus instrumentos para trabajar los sonidos y ayudar a desarrollar el sistema auditivo
• Terapeutas ocupacionales pueden diseñar programas específicos y hacer los cambios al entorno necesarios para crear un ambiente lo más adecuado posible

• Logopedas suelen trabajar el estímulo de los sentidos para desarrollar el lenguaje y la interacción
• Algunas personas dicen que las gafas con filtros de colores les han resultado de ayuda
• Muchas terapias sensoriales trabajan todos los sentidos y ayudan a la relajación (que es lo que algunas personas necesitan debido al gran número de estímulos, que se multiplica al ser sinestésico)

Puedes leer esta entrevista de la vanguardia a Daniel Tamet, un asperger con sinestesia.