Anteriormente hemos hablado sobre cómo las personas con autismo procesan la información de forma distinta, y cómo esto les afecta en su día a día. En los posts anteriores nos centramos en el sentido de la vista, oído, olfato, gusto y tacto y el sistema vestibular. Como os contábamos, sus sentidos pueden ser mucho más sensibles de lo habitual, o por el contrario, ser poco sensibles y necesitar estímulos más fuertes.
Sensibilidades sensoriales
Hoy nos centraremos en la propiocepción, o lo que es lo mismo, la conciencia corporal.
Conciencia corporal (Propiocepción)
La propiocepción es el sentido que informa al organismo de la posición de los músculos, es la capacidad de sentir la posición relativa de partes corporales contiguas
Nuestra conciencia corporal nos dice donde se encuentra nuestro cuerpo en el espacio, y cómo las diferentes partes del cuerpo se mueven en relación a él.
BAJA SENSIBILIDAD
- Se acerca mucho a las personas, porque tiene dificultad en medir la proximidad al resto de gente y juzgar sobre el «espacio vital» de otra persona.
- Le parece difícil moverse por espacios y evitar cualquier objeto o cosa que haya en su camino
- Puede ser que se tropiece con otra gente de forma habitual
Puedes ayudar:
- Colocando los objetos y muebles en general bien pegados a la pared, evitando colocar demasiados objetos que puedan complicar el moverse en dicho espacio
- Utilizar mantas de presión para que note su propio cuerpo más fácilmente
- Poner celo de colores en el suelo para indicar los límites de la habitación
- Utilizar «la norma del brazo» para juzgar sobre el espacio personal, esto significa que, más o menos, el espacio personal de la otra persona se encuentra a la distancia de la longitud de su brazo (sabemos que esto es muy subjetivo y que depende mucho de la situación, es simplemente para que tenga alguna referencia)
ALTA SENSIBILIDAD
- Dificultad en las habilidades motoras finas, por ejemplo en manipular pequeños objetos como pueden ser botones o los cordones de los zapatos
- Mueve el cuerpo entero para mirar algo
Puedes ayudar ofreciéndole hacer actividades que trabajen el motor fino, como puede ser paneles de atar los zapatos. Trabajar el sistema motor fino puede ser tedioso, y acaba con la paciencia de cualquiera, ya que es frustrante intentar realizar actividades (en las que uno no tiene ni el más mínimo interés) y ver que no puedes coordinarte. Para ello, recomendamos encarecidamente que las actividades que le propongan tengan algún interés para él, por ejemplo, relaciona con sus intereses aquello que le presentes.
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