Hoy estamos muy contentos de tener con nosotros de nuevo a Abraham Ros de la Fuente, un divulgador sobre el autismo y el asperger de Barcelona, que ahora sigue realizando su labor desde México. Abraham, que también es asperger, ha recibido el reconocimiento Doctorado Honoris Causa, ¡¡muchas felicidades!! Te lo mereces muchísimo por todo el trabajo de concienciación que estás haciendo 🙂
Abraham Ros de la Fuente
«Y de repente ocurre, sin darte cuenta, sin tener la responsabilidad de competir con tus otros colegas recibes una llamada y alguien decide que eres elegido para recibir un título.
Pocas veces nos detenemos a pensar en las decisiones que otras personas pueden tomar por nosotros, o lo que es peor, las consecuencias que estas tendrán.
A veces nos olvidamos de que solo nosotros deberíamos ser dueños de nuestras vidas, de nuestros logros y equivocaciones, en definitiva, de nuestras decisiones que tomamos a lo largo de nuestros días, y es que, poder tomarlas significará que alguien se preocupó en su debido tiempo de darnos ese necesario privilegio de asumir y disfrutar lo que significa poder decidir.
Yo he sido escogido, por mi labor social, por mi trabajo diario a intentar hacer que se logre una inclusión en la sociedad, muchas veces incluso sabiendo que, muchos a los que se les pide inclusión, jamás se han sensibilizado ni han intentado comprender lo que es vivir con una condición / trastorno, lo que supone para las familias tener que estar luchando constantemente por unos derechos humanos olvidados y no respetados por aquellas personas que en ocasiones deberían ser ejemplo.
He sido escogido dicen, por mi superación diaria, por mi manera de afrontar y transmitir experiencias a un mundo que carece en ocasiones de valentía por miedo a ser juzgado por aquellos que no comprenden la complejidad de tener que preocuparse de todo lo que ocurre a su alrededor, de no saber encontrar la manera de decir basta, de decir algo tan sencillo como lo que a uno le ocurre por dentro, he sido escogido en parte por una condición de vida que yo no he escogido, que he tenido, que tengo que aprender todos los días cosas nuevas y sencillas para poder sentirme “ aceptado” por la sociedad, por unas personas que mira por donde, son las encargadas de tener el poder de premiarme con este ilusionante reconocimiento a mi trabajo y manera de vivir.
Tengo la fortuna de haber sido diagnosticado como persona dentro del espectro autista, se que parecerá confuso, incluso tal vez, mis palabras no agraden a muchas personas, otras no estarán de acuerdo y algunos profesionales seguirán creyendo que las personas adultas no tenemos derecho a ser diagnosticadas por la falta de pruebas que según ellos son indispensables para poder tener un diagnostico.
Yo repito, tuve suerte, tengo suerte, y deseo seguir teniendo esa pizca de suerte, aunque sólo sea para conseguir que las decisiones de otras personas no me impidan poder realizar lo que a ellas nadie les niega por derecho.
Mi diagnóstico me dio a mi la oportunidad de tener una familia, de crear una familia, de ser padre y esposo, mi diagnostico me dio la oportunidad de ser lo que hoy soy.
Alguien ha decidido que soy merecedor de este premio, la verdad me siento muy ilusionado, muy emocionado y orgulloso de poder ser parte de una sociedad comprometida en conseguir una igualdad, una inclusión, y en conseguir que los derechos de las personas sean respetados.
Siempre digo que el diagnostico es la clave para, entenderse, comprenderse, y aceptarse, después todo es un poco más sencillo, sobre todo si las personas que tienes a tu lado, te entienden te aceptan y te incluyen.
Vivimos en un mundo donde se le tiene miedo a aquello que uno desconoce, se le tiene miedo a la palabra “ autismo “ tal vez por el mal uso al utilizarla, tal vez por la crueldad en como se utiliza, tal vez por la ignorancia de las personas que no conviven con el autismo de cerca, sea lo que sea, creo que es hora de dejar de tenerle miedo al autismo, y es que solo avanzaremos y comprenderemos mejor el autismo si nos rodeamos de personas que viven todos los días el autismo desde dentro.
Mi reconocimiento, mi doctorado es elegido por otros, pero yo no sería quien soy si mi autismo no me hubiera escogido a mi, todos podemos lograr aquello que una vez soñamos, y aunque nos cueste, ¡¡¡no permitamos que nadie nos diga donde no podremos llegar!!!»
Ejemplificador y anima a NO decaer.
Gracias por compartir sinceros comentarios