Si traducimos la palabra burnout, significa “agotamiento, consumirse, apagarse”. En el caso del autismo, esto significa la pérdida de la capacidad de hacer cosas que antes podías hacer con normalidad. En palabras de personas con autismo, se trata de “la pérdida de la capacidad de fingir que no eres autista, por lo que da la sensación de que tus rasgos autistas se exageran.”
Se utiliza la palabra “regresión” porque visto desde fuera parece como si se hubiera vuelto a una etapa anterior en la vida. Se trata de una fatiga emocional, un agotamiento mental que va relacionado con los síntomas prolongados de estrés, ansiedad o depresión. Las personas con autismo suelen cargar con un estrés emocional provocado por el contexto, por lo que el mundo neurotípico espera de ellos. A veces, este estrés emocional acumulado necesita una via de escape, y cuando se llega a ese límite, ocurren los burnouts.
El burnout ocurre cuando la persona se colapsa. Cuando la persona con autismo intenta (porque no tiene otro remedio) encajar y adaptarse a las reglas establecidas por los neurotípicos. Eso se traduce en vivir el día a día de una forma que el cuerpo no puede aguantar. Las tareas que para nosotros pueden ser de lo más normales pueden ser para ellos agotadoras, porque requieren de un sobreesfuerzo. Ir a comprar el pan, interactuar con el resto, etc.
Estas regresiones pueden ser temporales, pueden durar meses, años o ser permanentes. El mundo exige normalidad a las personas con autismo, y en ese empeño en que sean “como el resto” les provoca un estrés y fatiga que acaba desencadenando en una exclusión mayor. Para evitar estas regresiones hay puntos clave que debemos tener en cuenta:
CÓMO EVITAR LOS BURNOUTS
- Dedicar tiempo a sus pasiones. Ayuda a regular las emociones y el estrés.
- Descansar cuando sea necesario, no tratar de seguir siempre el ritmo para sentirse “aceptado”, ir al ritmo que el cuerpo marque.
- No reprimir las estereotipias: Intentar “eliminar” las estereotipias significa eliminar una válvula de escape. Debemos ser el resto el que las aceptemos y no señalemos como algo a cambiar o mejorar.
- Evitar acudir a miles de terapias. Las terapias deben ser enfocadas a como superar o abordar el día a día. Evitar las que están enfocadas en cambiar la persona, y escoger aquellas que dan herramientas e ideas.
- Ser consciente de que el mundo neurotípico es hostil (se esperan ciertas conductas sociales, las llamadas reglas no escritas) y no sobreexigirse.
Estos son algunos consejos que pueden ayudar a las personas con autismo a evitar los burnouts. Sin embargo, no siempre es posible evitarlos, ya que no tenemos el poder de cambiar el entorno.
Ciertamente el trabajo muchas veces está más en el resto que no en la persona con autismo. Falta educar y concienciar. Entender que cada persona es distinta y que muchas veces lo que queremos hacer es satisfacer a las personas neurotípicas en vez de ayudar a las personas con autismo. ¿Hasta qué punto, por ejemplo, no queremos eliminar las estereotipias porque nos molestan al resto? Quizás es necesaria una reflexión por nuestra parte.
Fuentes: Al otro lado del espectro y Aprender a quererme
¡Muy buen artículo! Si me permites un pequeño apunte, se dice persona autista, no persona con autismo. Básicamente porque no es algo de lo que te puedas desprender, como la depresión, la ansiedad, etc. que en ese caso sí se dice «con». Del mismo modo que no decimos persona con ceguera o persona con sordera sino persona ciega y sorda, porque es algo inherente a ellas, pues con el autismo pasa lo mismo. Mi autismo no es algo que «tenga», mi autismo es algo que soy, es un rasgo de mi persona. Espero haberme explicado 😊
Hola! Nosotros usamos indistintamente ambas, con autismo y autista, ya que algunas personas se identifican con una forma de decirlo y otras con otra. No creemos que haya una manera «única» de decirlo 🙂
Buenos días, soy Mari Carmen, mi hija de 22 años res autista, superintendente, artista, autodidacta, etc. Pero desde pequeño ya estado agotada al punto de llorar, y yo siempre le ayude y no me exijo
Pero se fue a estudiar y se dejó la carrera porque casi se muere de inanición. Ahora está e N cama a diario y sigue sin poder hacer vida, juega a un vídeo juego para poder lidiar con la ansiedad de no poder moverse, pero yo le tengo que armar hasta la comida y aún así, no remonta.
Ahora ya le reconocieron el autódromo y va a terapia desde hace unas semanas, pero la psicóloga no parece entender su agotamiento y le pide que se adapte a hacer
Que recursos hay.
Gracias